La estación de Urzáiz tendrá una plaza mirador seis veces superior a la veneciana de San Marcos
El alcalde y el arquitecto que diseña la obra, Thom Mayne, explicaron hoy jueves a las líneas principales del proyecto: la plaza superior, a la altura de Via Norte, contará con un anfiteatro, un paseo mirador a la Ría y una entrada superior. La entrada actual se mantendrá y habrá una tercera en el lateral, en el actual recorrido de las vías, donde irá un paseo verde. Además, los viajeros del tren en el andén soterrado tendrán vistas a la Ría mediante un juego de espejos. En dos meses estará el proyecto definitivo. <br />
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el arquitecto estadounidense encargado del diseño, Thom Mayne, presentaron este jueves las líneas básicas del proyecto de la estación de Urzáiz -acabado en dos meses-, que contará con una gran plaza superior, el techo del edificio, prácticamente a la altura de Vía Norte, que multiplica por seis el tamaño de la de San Marcos, en Venecia.
La gran plaza -la idea principal del proyecto, según el propio Mayne-, estará conectada con la Vía Norte, en altura levemente por debajo de la misma, salvando ese espacio con una balconada y cafeterías donde los ciudadanos podrán acceder desde la calle, sentarse y apreciar las vistas a la Ría. El graderío y los establecimientos "activarán el encuentro entre la calle y la plaza", destacó el arquitecto. La plaza propiamente dicha contará con una entrada superior de acceso peatonal a la zona comercial y también a la estación, que irá soterrada 15 metros con respecto a altitud de la actual.
Thom Mayne y Abel Caballero explicaron que esta entrada ofrecerá iluminación y ventilación a todos los pisos del edificio, pues desciende desde la plaza superior hasta la estación, en el piso inferior de la estructura. Este "espacio central abierto", citó Mayne, actuará además como un periscopio y, a través de él y mediante un juego de prismas, los viajeros que lleguen a Vigo podrán observar la "postal" de la Ría desde la propia plataforma, indicó el arquitecto. La gran plaza superior contará además con un anfiteatro, ya que se proyecta la construcción de una pantalla para la proyección de todo tipo de imágenes.
En el lado contrario, explicaron, la gran plaza culmina con un nuevo graderío y establecimientos, a a una altura levemente inferior -similar a la conexión de Vía Norte con la plaza-, en el que los ciudadanos podrán nuevamente acceder y tomar asiento con vistas a la Ría. Allí se proyecta la construcción de un paseo mirador con una baranda. Así, mediante este juego de tres alturas, este paseo se encuentra en altura unos metros por debajo de la gran plaza, no impidiendo la visibilidad a la misma, igual que la gran plaza no dificulta las vistas desde la calle Vía Norte.
En la parte más baja de Vía Norte, en el lado opuesto a la confluencia con Urzáiz, se localizará la entrada de los vehículos, afirmó Thom Mayne, que irán con un acceso directo desde la entrada a Vigo al aparcamiento de la estación.
Tres entradas
Junto con la entrada de la gran plaza superior, Mayne propone dos entradas más a la estructura para los ciudadanos. Una de ellas es el acceso actual, con un espacio que se elevará para constituirla en una plaza propiamente dicha de aspecto tradicional, posiblemente en piedra, y una fachada del edificio.
Además, la tercera entrada estará localizada en el lateral de la estructura, donde en estos momentos están ubicadas las vías del tren, que serán sustituidas por un paseo verde al pasar a ser la entrada ferroviaria soterrada en 15 metros. El futuro paseo se elevará, explicaron Thom Mayne y Abel Caballero, para dar entrada a la estación a los viandantes.
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La gran plaza -la idea principal del proyecto, según el propio Mayne-, estará conectada con la Vía Norte, en altura levemente por debajo de la misma, salvando ese espacio con una balconada y cafeterías donde los ciudadanos podrán acceder desde la calle, sentarse y apreciar las vistas a la Ría. El graderío y los establecimientos "activarán el encuentro entre la calle y la plaza", destacó el arquitecto. La plaza propiamente dicha contará con una entrada superior de acceso peatonal a la zona comercial y también a la estación, que irá soterrada 15 metros con respecto a altitud de la actual.
Thom Mayne y Abel Caballero explicaron que esta entrada ofrecerá iluminación y ventilación a todos los pisos del edificio, pues desciende desde la plaza superior hasta la estación, en el piso inferior de la estructura. Este "espacio central abierto", citó Mayne, actuará además como un periscopio y, a través de él y mediante un juego de prismas, los viajeros que lleguen a Vigo podrán observar la "postal" de la Ría desde la propia plataforma, indicó el arquitecto. La gran plaza superior contará además con un anfiteatro, ya que se proyecta la construcción de una pantalla para la proyección de todo tipo de imágenes.
En el lado contrario, explicaron, la gran plaza culmina con un nuevo graderío y establecimientos, a a una altura levemente inferior -similar a la conexión de Vía Norte con la plaza-, en el que los ciudadanos podrán nuevamente acceder y tomar asiento con vistas a la Ría. Allí se proyecta la construcción de un paseo mirador con una baranda. Así, mediante este juego de tres alturas, este paseo se encuentra en altura unos metros por debajo de la gran plaza, no impidiendo la visibilidad a la misma, igual que la gran plaza no dificulta las vistas desde la calle Vía Norte.
En la parte más baja de Vía Norte, en el lado opuesto a la confluencia con Urzáiz, se localizará la entrada de los vehículos, afirmó Thom Mayne, que irán con un acceso directo desde la entrada a Vigo al aparcamiento de la estación.
Tres entradas
Junto con la entrada de la gran plaza superior, Mayne propone dos entradas más a la estructura para los ciudadanos. Una de ellas es el acceso actual, con un espacio que se elevará para constituirla en una plaza propiamente dicha de aspecto tradicional, posiblemente en piedra, y una fachada del edificio.
Además, la tercera entrada estará localizada en el lateral de la estructura, donde en estos momentos están ubicadas las vías del tren, que serán sustituidas por un paseo verde al pasar a ser la entrada ferroviaria soterrada en 15 metros. El futuro paseo se elevará, explicaron Thom Mayne y Abel Caballero, para dar entrada a la estación a los viandantes.