Aprobado provisionalmente el Plan General con los votos de PP, BNG y PG
El Plan General de Ordenación Municipal (PXOM) fue aprobado provisionalmente hoy viernes por el Pleno de la Corporación, con los votos favorables de PP, BNG y PG. El PSdeG-PSOE votó en contra.
Según argumentó el portavoz del PP, José Manuel Figueroa, el nuevo PXOM mejorará la calidad de vida de todos los vigueses, generará empleo, facilitará el acceso a la vivienda y ayudará a proteger el medio ambiente.
Figueroa, quien destacó la contribución de los ciudadanos al Plan General, precisó a continuación los "objetivos estratégicos" del documento. Así, el "equilibrio harmónico" entre el medio natural y el desarrollo urbano contará con el eje del Lagares como "elemento estructurante", y contempla, además, medidas como la recuperación del complejo dunar de Samil y de la junquera de O Vao y la preservación de los montes comunes.
El nuevo PGOM, afirmó Figueroa, potenciará el transporte público, dotando a Vigo de aparcamientos disuasorios y una nueva red viaria con infraestructuras como las autovías a O Porriño y Pontevedra y el cinturón litoral.
El portavoz popular aseguró que el Plan General revitalizará los centros urbanos del municipio, integrándolos al mismo tiempo en unas áreas periurbanas que verán mejoradas sus dotaciones, equipamientos y redes viarias.
Al "riesgo de que nuestras empresas se vayan", Figueroa contrapuso los cuatro millones de m2 de suelo industrial y los dos millones de m2 de suelo para usos terciarios previstos en el documento debatido hoy viernes.
Por otra parte, el concejal popular se refirió a la previsión de 130.000 nuevas viviendas, el 20% de ellas protegidas, como la respuesta del PGOM al "deber de que el acceso a la vivienda sea asequible".
Además, según afirmó José Manuel Figueroa, gracias al nuevo Plan General Vigo contará con más centros deportivos (como la Ciudad del Deporte) y culturales (como el Museo de la Conserva y el Arqueológico), así como más terrenos para la Ciudad de la Justicia. La mejora del saneamiento y la depuración, junto con la definición de los sistemas portuario, aeroportuario y ferroviario completan, en opinión del portavoz del Gobierno municipal, los beneficios del PGOM, integrados en una "visión clara de área metropolitana" que le permitirá a Vigo "liderar la eurorregión Galicia-Norte de Portugal".
En representación del PSdeG-PSOE, Mauricio Ruiz demandó "que el Plan sea bueno o, si no, corregido". El concejal socialista anunció la oposición de su grupo mientras considere que esto no ocurre, basándose en el rechazo a cuestiones relativas a la afectación de las viviendas, a la consideración de los suelos, a la propuesta de modelo de ciudad contenida en el Plan, a la valoración de propiedades y al "exceso" de desarrollo residencial.
En este sentido, Ruiz aseguró que las 130.000 nuevas viviendas convertirían a Vigo en una ciudad de más de 600.000 habitantes, por lo que "o sobran viviendas o faltan habitantes para ocuparlas".
Además, el representante del PSdeG-PSOE calificó de "síntoma de rechazo" ciudadano la presentación de unas 61.000 alegaciones al PGOM y dijo que la petición de consulta popular avalada por alrededor de 21.000 firmas "tiene que significar algo".
Por su parte, el concejal del BNG Henrique Viéitez defendió el nuevo Plan General señalando que "esta ciudad necesita una transformación". Según afirmó Viéitez, este documento, "fruto del debate técnico y político pero, sobre todo, del debate ciudadano", le proporcionará al urbanismo vigués la seguridad jurídica necesaria para conseguir los siguientes objetivos: resolver los problemas de transporte, mejorar el bienestar y la calidad de vida, crear empleo (más de 30.000 nuevos puestos en el sector servicios y alrededor de 50.000 en la industria), facilitar el acceso a la vivienda y potenciar el papel de Vigo y de su área metropolitana como referencia de la eurorregión.
Finalmente, el portavoz del PG, Manoel Soto, valoró como positivas las previsiones de una nueva depuradora en el puerto y de aumento del suelo industrial y terciario, pero se mostró en desacuerdo con aspectos del PGOM como el crecimiento del número de viviendas y la altura de éstas. Finalmente, Soto decidió retirar sus 11 enmiendas al Plan General y votar a favor de éste con la condición de poder negociar modificaciones posteriores.
Figueroa, quien destacó la contribución de los ciudadanos al Plan General, precisó a continuación los "objetivos estratégicos" del documento. Así, el "equilibrio harmónico" entre el medio natural y el desarrollo urbano contará con el eje del Lagares como "elemento estructurante", y contempla, además, medidas como la recuperación del complejo dunar de Samil y de la junquera de O Vao y la preservación de los montes comunes.
El nuevo PGOM, afirmó Figueroa, potenciará el transporte público, dotando a Vigo de aparcamientos disuasorios y una nueva red viaria con infraestructuras como las autovías a O Porriño y Pontevedra y el cinturón litoral.
El portavoz popular aseguró que el Plan General revitalizará los centros urbanos del municipio, integrándolos al mismo tiempo en unas áreas periurbanas que verán mejoradas sus dotaciones, equipamientos y redes viarias.
Al "riesgo de que nuestras empresas se vayan", Figueroa contrapuso los cuatro millones de m2 de suelo industrial y los dos millones de m2 de suelo para usos terciarios previstos en el documento debatido hoy viernes.
Por otra parte, el concejal popular se refirió a la previsión de 130.000 nuevas viviendas, el 20% de ellas protegidas, como la respuesta del PGOM al "deber de que el acceso a la vivienda sea asequible".
Además, según afirmó José Manuel Figueroa, gracias al nuevo Plan General Vigo contará con más centros deportivos (como la Ciudad del Deporte) y culturales (como el Museo de la Conserva y el Arqueológico), así como más terrenos para la Ciudad de la Justicia. La mejora del saneamiento y la depuración, junto con la definición de los sistemas portuario, aeroportuario y ferroviario completan, en opinión del portavoz del Gobierno municipal, los beneficios del PGOM, integrados en una "visión clara de área metropolitana" que le permitirá a Vigo "liderar la eurorregión Galicia-Norte de Portugal".
En representación del PSdeG-PSOE, Mauricio Ruiz demandó "que el Plan sea bueno o, si no, corregido". El concejal socialista anunció la oposición de su grupo mientras considere que esto no ocurre, basándose en el rechazo a cuestiones relativas a la afectación de las viviendas, a la consideración de los suelos, a la propuesta de modelo de ciudad contenida en el Plan, a la valoración de propiedades y al "exceso" de desarrollo residencial.
En este sentido, Ruiz aseguró que las 130.000 nuevas viviendas convertirían a Vigo en una ciudad de más de 600.000 habitantes, por lo que "o sobran viviendas o faltan habitantes para ocuparlas".
Además, el representante del PSdeG-PSOE calificó de "síntoma de rechazo" ciudadano la presentación de unas 61.000 alegaciones al PGOM y dijo que la petición de consulta popular avalada por alrededor de 21.000 firmas "tiene que significar algo".
Por su parte, el concejal del BNG Henrique Viéitez defendió el nuevo Plan General señalando que "esta ciudad necesita una transformación". Según afirmó Viéitez, este documento, "fruto del debate técnico y político pero, sobre todo, del debate ciudadano", le proporcionará al urbanismo vigués la seguridad jurídica necesaria para conseguir los siguientes objetivos: resolver los problemas de transporte, mejorar el bienestar y la calidad de vida, crear empleo (más de 30.000 nuevos puestos en el sector servicios y alrededor de 50.000 en la industria), facilitar el acceso a la vivienda y potenciar el papel de Vigo y de su área metropolitana como referencia de la eurorregión.
Finalmente, el portavoz del PG, Manoel Soto, valoró como positivas las previsiones de una nueva depuradora en el puerto y de aumento del suelo industrial y terciario, pero se mostró en desacuerdo con aspectos del PGOM como el crecimiento del número de viviendas y la altura de éstas. Finalmente, Soto decidió retirar sus 11 enmiendas al Plan General y votar a favor de éste con la condición de poder negociar modificaciones posteriores.